lunes, 7 de marzo de 2011

ACERCA DEL CAMBIO


Si no hay cambio es porque no se produjo el aprendizaje

En esta ocasión voy a referirme al material que leemos en lo concerniente al
crecimiento y desarrollo personal.

Leer un libro, asistir a un taller o conferencia, asistir a terapia o ser
parte de un grupo de apoyo, contienen todos en sí mismos el potencial para
el despertar interior, podrían ayudarnos a crecer y evolucionar, a tener
otra perspectiva y expandir nuestra conciencia y visión, y podrían producir
cambios profundos en el Ser. Sin embargo, lo que hace que pase de
simplemente tener ese potencial al hecho de que este potencial pueda
realizarse, es nuestra disposición, lo que efectivamente logremos hacer con
ese nuevo conocimiento para integrarlo a nuestra vida.

¿Qué es aprendizaje? Es el proceso mediante el cual ponemos en práctica el
conocimiento adquirido, y lo hacemos través de la experiencia, mediante esa
práctica logramos cambios favorables que son fruto de la comprensión e
integración del conocimiento adquirido. Cuando efectivamente se produce el
aprendizaje, hay un cambio en la estructura de pensamiento, y por
consiguiente, en la capacidad de desempeño, entonces se implementan nuevas
conductas, actitudes y nuevas maneras de enfrentar y manejar nuestros
asuntos.

El crecimiento y progreso se dan a partir de nuevos conocimientos, nuevos
recursos, herramientas o técnicas, que sirven de base para que desarrollemos
una nueva percepción y un desempeño más eficiente y coherente con todo ello.
De manera que, el aprendizaje y el cambio van de la mano. Si observamos que
leemos y leemos, asistimos a charlas, seminarios y conferencias, y nada
cambia en nuestra vida, es porque no estamos aprendiendo, sino simplemente
informándonos.

Un punto importante cuando se tiene la intención y disposición de aprender y
crecer a partir de la adquisición de nuevos conocimientos, y además
efectivamente se desea lograr cambios en nuestra vida, es dar en el clavo
con el conocimiento indicado, y luego, ser capaz de implementarlo
adecuadamente en nuestra vida mediante su integración a nuestro modo de
pensar y actuar. De manera que, si no hay cambio es porque no se produjo el
aprendizaje, el conocimiento se quedó en el nivel intelectual y no pasó de
allí, fue apenas una información, no trascendió. Pero hay razones para que
esto ocurra, hay razones por las cuales no se logra dar funcionalidad al
conocimiento. Hablemos un poco acerca de estas razones.

Para efectivamente aprender necesitamos ciertos ingredientes fundamentales
que considero claves: humildad, apertura, buena disposición, voluntad,
compromiso y mucha perseverancia. Para que un conocimiento pase de ser
meramente una adquisición intelectual o un simple entretenimiento, a ser un
valor agregado debido a que logramos incorporarlo a nuestra cotidianidad
mejorando notablemente nuestra vida, necesitamos de esos ingredientes.

Para integrar el conocimiento necesitamos ante todo, humildad y apertura,
¿qué significa esto? Que en principio, si efectivamente estoy dispuesto a
aprender, he de reconocer y aceptar que no sé, o, que lo que sé es
insuficiente, incorrecto o inadecuado, o, que lo que sé y el modo como lo
utilizo simplemente no produce los resultados que deseo. Y para eso, amigos
míos, se necesita, apertura y humildad. Luego, es necesario estar
efectivamente dispuesto a implementar los cambios necesarios para lograr los
resultados que deseo en base a ese nuevo conocimiento, con compromiso y
perseverancia, y para esto, se necesita buena disposición y mucha voluntad,
porque eso amerita un trabajo de nuestra parte, necesita que nos pongamos
manos a la obra, que nos enfoquemos en incorporar conciente y
deliberadamente el nuevo conocimiento.

Un comentario adicional respecto a los ingredientes que anteriormente les he
mencionado, es que la apertura y la humildad involucran un aspecto
importante que requerimos para pasar del lugar donde nos encontramos al
lugar donde queremos estar, y es que esto no será posible a menos que
estemos dispuestos a renunciar a lo que creemos que ahora sabemos,
necesitamos renunciar a lo que hemos pensado y hecho hasta este momento. La
renuncia a lo que hasta este momento he practicado, sea la forma de pensar y
sus contenidos, sea maneras de actuar, sea el modo de percibirme a mí mismo
y el mundo que me rodea. La renuncia a eso se convierte en un paso clave
para llevarnos al próximo nivel. Cuando buscamos o adquirimos información
porque deseamos un cambio necesitamos integrar el nuevo conocimiento, de
otro modo, no haremos más que dar vueltas en círculo y repetir más de lo
mismo.

En mi experiencia como terapeuta observo cómo aún hoy en día, con todo el
material disponible, hay personas que creen que yendo a terapia, leyendo un
libro ó asistiendo a un seminario ya hicieron lo que estaba de su parte
hacer, y en realidad, para los efectos, es apenas una minúscula parte de lo
que se necesita para que efectivamente tenga algún resultado en nuestra
vida, luego viene la parte que debe aportar la persona interesada, y esa
parte es la práctica y la experiencia que esa práctica nos trae, hacer del
conocimiento una experiencia con los ingredientes que les mencioné, es lo
que nos pondrá en el camino correcto para su integración, y para obtener los
cambios que deseamos.

Todos, sin excepción, deseamos paz, bienestar, equilibrio, prosperidad y
armonía, sin embargo, no siempre lo logramos, porque lo que pensamos, lo que
sabemos y lo que hacemos, constituyen el principal obstáculo que
interponemos y si no renunciamos a eso, y lo sustituimos por el nuevo
conocimiento con compromiso y eficiencia es una extraña expectativa esperar
que ocurra algo distinto a lo que ya conocemo

Lina Cristiano (Terapeuta/Coach Personal y Profesional

No hay comentarios:

Publicar un comentario