sábado, 20 de noviembre de 2010

EL LUGAR QUE TE CORRESPONDE


Ahí donde estás es tu lugar perfecto, es el sitio que has generado por
correspondencia con tus pensamientos, sentimientos, palabras y acciones.
Dios no tiene la culpa si tu vida es miserable, si estás enfermo, sufres, o
careces hasta del mínimo para alimentar la vida. Tampoco te sirve de nada
lamentarte, luchar para cambiar las cosas, o rezar de rodillas tus
consabidas letanías del "dame, dame, dame". ¡Dios no te escucha! No lo hace
porque ya te ha dado el regalo más grande que un padre pueda otorgar a su
hijo: tienes a tu disposición sus ilimitados bienes, con una chequera en
blanco. Pero tú aún no has aprendido cuales son las condiciones para poder
girar a tu favor.
La realidad que vives en este momento, con cada uno de sus detalles, es tu
propia creación, y si no haces algo por cambiar tus actitudes, la inercia se
encargará de que las cosas sigan igual, o quizás peor. Debes comenzar
reconociendo cuáles son los pensamientos, acciones y palabras que te han
traído consecuencias tan funestas. Justo en ese punto tienes una lección por
aprender y mucho que transformar en ti mismo.
Si eres de los que se niega a servir y sólo sabes quejarte, si sólo
consignas mezquindad y avaricia, ¿cómo puedes esperar que el banco de la
vida te respalde con superlativa abundancia? Si tu conexión con el mundo es
de rechazo; si tu disposición es la de buscar fallas en todo y luchar para
cambiar las cosas ¿cómo puede tu cuerpo manifestar armonía y salud perfecta?
¿En qué punto se halla tu autovaloración? ¿Crees que eres merecedor de
aquello que deseas? ¡Si te consideras lo "peor de lo peor", tú mismo te
conviertes en el mayor obstáculo para lograr un triunfo! ¿Dónde marca tu
termómetro de la gratitud? Si no valoras y agradeces lo que tienes, ¿cómo
esperas que te den más? Si nunca consideras suficiente lo que recibes y
siempre quieres más, te arriesgas a que te lo quiten todo, para que aprendas
a valorar lo que perdiste.
En todos los planos se aplican las mismas leyes: adquieres derechos según
sean las habilidades que desarrolles, el manejo que des a tus recursos, y el
grado de compromiso que estés dispuesto a asumir en tus tareas. La
prosperidad, la salud y las buenas relaciones son los frutos que produce tu
parcela, cuando has sido cuidadoso en el proceso de la siembra. No es
posible obtener esas mismas dádivas rezando, y pierdes tu tiempo si esperas
que algún día, sin hacer tu trabajo, la buena suerte te conceda lo que tu
mano no labró.
Tu realidad presente no puede ser modificada. No es posible sembrar maleza y
recoger naranjas, porque hay leyes de la naturaleza que lo impiden. Puedes
rechazar la pequeña porción que te ha tocado, y pelear y luchar para
alcanzar más beneficios. Pero eso no te conduce sino a incrementar el
sufrimiento.
Sabiduría es poder precisar lo que necesitas cambiar ahora, para que tu
futuro ofrezca horizontes despejados y no limitaciones. Tus maniobras de
cambio comienzan en el nivel sutil de pensamientos y actitudes. No se trata
de hacer lo que te gusta, sino de hacer que te guste lo que haces. La
solución a tus problemas no la hallarás en cambiar el marco de lo externo,
sino en afinar lo interno, para dar lo mejor de ti mismo en cada instante.
Si deseas recibir más, necesitas abrir tu corazón para dar más. Ese "dar
más" no significa repartir cosas materiales, pues a nivel físico sólo te
corresponde ayudar a aquellos que están a tu cuidado, bien sea por lazos
familiares o laborales. Hay muchos más seres necesitados, pero algunos de
ellos todavía deben aprender su lección en la escasez y no debes ser tú
quien lo impida. ¡Dar más, sí!, pero de otra provisión que hay en ti, que es
más preciosa que el dinero. Tienes un capital, que puede llegar a ser
inagotable si lo usas, pero si lo dejas quieto se extingue. Multiplícalo
entonces sin reservas brindando amor, comprensión, paciencia, gratitud,
aceptación y respeto a todos los que te rodean. Las leyes universales son
sencillas: solo te piden que sonrías, para que te devuelvan las sonrisas.

Kutianech Tin Puksikale (Que Dios se quede en sus Corazones)
MonoResonanteAzu...@hotmail.com Margarita Rojas A.

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