2012: El Tiempo del equilibrio (1)
Quizás deberíamos encontrar una palabra nueva para decir „Tiempo“, pues ya es tanto lo que entendemos bajo este concepto que hay que explicarlo: un tiempo difícil, no tengo tiempo, los tiempos modernos, en los tiempos que corren, perder el tiempo, hace mucho tiempo, ¡con el tiempo que hace!, etc.
Los científicos dicen que la Madre Tierra se ha vuelto más lenta (un segundo). Ellos se reunieron hace unas semanas para decidir si hay que ajustar los relojes mundiales de acuerdo con ella, finalmente han decidido tomarse un tiempo de reflexión de 15 años. Mientras tanto todo sigue como siempre.
¿Pero quién o qué es el Tiempo?
Dicen que la calidad del tiempo ha cambiado, con lo cual debemos asumir que conocíamos la calidad del tiempo.
La ciencia define el tiempo como „movimiento en el espacio“, con lo que llegamos a lo relativo, ya que depende de la velocidad con que nos movemos cómo percibimos el tiempo que vivimos.
Para la civilización la velocidad es de mayor importancia, así es que tenemos un tiempo rápido, escaso tiempo, no tenemos nada de tiempo (la madre del estrés) detrás del que corremos hasta que nos jubilamos, nos volvemos más lentos y por fin tenemos tiempo, con lo que quizás no sabemos qué hacer, a menos que desarrollemos otra forma de relacionarnos con él.
De modo que tenemos que reconocer que percibimos el tiempo de forma subjetiva, separada del tic-tac del reloj, que sólo por esta percepción subjetiva reconocemos la calidad del tiempo, ésa que AHORA ha cambiado, quizás con el segundo más que se ha tomado nuestra Madre para su movimiento en el espacio. Ella se ha vuelto más lenta.
Si nuestra percepción del tiempo es subjetiva significa que es así sólo para mí. Es mi tiempo. El tiempo medido para mí, el largo de mi vida en la tierra en este cuerpo. La vida a la que le tengo que dar un significado, para que todo lo que yo haya vivido en ese tiempo tenga sentido.
Si ordenamos el tiempo en un sistema dual: afuera-adentro, derecha-izquierda, objetivo-subjetivo, etc., tenemos que reconocer 2 calidades de tiempo: un tiempo externo-derecho-objetivo de relojes y calendarios; y un tiempo interno-izquierdo-subjetivo de amor y felicidad (corto) o de tristeza y dolor (largo).
Si nos saliéramos de la dualidad buscando otras posibilidades para conocer el Tiempo, podríamos encontrar el punto medio, la posición entre ambos extremos, en la que él podría llamarse “Tiempo Perpetuo Continuo”. Allí donde siempre somos “YO”.
Allí quizás un segundo sea eterno, desde allí la perspectiva de nuestra vida podría ser grandiosa. Gran Dios. Gran Diosa.
Allí se encuentra el punto medio equilibrado entre los dos extremos, pues toda balanza necesita un punto medio firme equilibrado para poder mantener los platillos a la misma altura.
Meditación “Parar el Tiempo. Estar Aquí y Ahora. Respira”.
Tiéndete en un lugar cómodo y silencioso. Toca un gong o un cuenco para detener el tiempo.
Cuenta de 10 a 1. Cuando llegas a uno di: “Ahora soy uno contigo: Madre Tierra, Gran Espíritu”. Siente dónde está localizado tu “Yo” y desplázate a tu centro, a un lugar de tu cuerpo entre tu ombligo y tu espalda, toma consciencia de tu vientre. Respira.
Siente el calor de la vida. Siente el peso de tu cuerpo sobre el lugar donde descansas. Comprende que es la Madre quien soporta tu peso. Déjaselo a Ella, suelta todo tu peso en ella, suelta todo lo que te pesa en Ella. Respira hacia tu ombligo y recuerda que por ahí te entró la vida cuando estabas en el vientre de tu madre. Agradece la vida que te ha sido dada. Respira agradecimiento.
Siente la completa confianza de que no puedes caer, expande el sentimiento de confianza por tu cuerpo. Deja que la confianza te recorra como una substancia cálida erradicando todos los miedos.
Respira. Confía. La Madre está debajo de ti sosteniéndote. El Padre está sobre ti cubriéndote, como el Cielo cubre la Tierra. El Aire te rodea y te envuelve. Respira. Confía. Agradece. Respira.
Respira suavemente, sin ningún esfuerzo. Estás a salvo. El Padre arriba. La Madre abajo. Estás en tu centro. Aquí y Ahora es Siempre.
Este planeta es tu hogar. Estás en casa.
La Tierra te llamó a esta vida porque necesitaba tus pies dibujando tu camino en ella. Te llamó porque te quería. El Padre te llamó por tu nombre a la vida porque necesitaba la expresión de tu ser en la creación. Te llamó porque te quería. Respira.
Eres un hijo amado.
Respira.
Eres un hijo querido.
Has sido llamado.
Respira.
Has sido llamado al ahora.
A este ahora.
Respira.
Siente que cada vez que respiras es “ahora”.
Respira “Ahora”.
Siente que estás aquí.
Siempre estás “Aquí”.
Respira “Aquí”.
Respira:
“Aquí y Ahora es siempre donde Yo estoy”.
Respira:
“Aquí y Ahora es siempre donde Yo respiro”.
Respira:
Aquí y Ahora es siempre donde Yo Soy”.
Respira “Yo Soy”.
Agradece.
Duérmete si quieres. Estás en casa.
Cuando despiertes di: “Cuando diga 5 estaré despierto sintiéndome muy bien, 1, 2, 3, repite la orden, 4, 5!”
El tiempo se reinicia.
Alicia Hamm.
ALICIA HAMM CHAMANA INDÍGENA ARGENTINA
Iniciada como “el Puente” en su primera iniciación, sigue la tradición de los nativos americanos (Lakota y Hopi) y también de Sudamérica. Sus más importantes maestros incluyen Wallace Black Elk, Swift Dear, Brave Buffalo, “The Lord of the Winds”: el maestro inca don Eduardo, el maestro y sanador Mezteque-Zapoteque Franco Gabriel Hernández entre otros.
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