por Jennifer Hoffman
4 de Julio de 2011
4 de Julio de 2011
Junio sin duda resultó ser un mes cargado de acción. Con dos eclipses y el Solsticio, todo el mundo se vio afectado por algún aspecto de las energías de junio. Ya haya sido un final necesario, una comprensión forzada o un cambio de vida al que le había llegado el momento, hubo una irrevocabilidad en los cambios que se produjeron, que no dejó ninguna duda sobre la necesidad de tomar un camino diferente, cambiar una creencia o considerar otras opciones. Todos aprendimos lecciones acerca de las expectativas, soltar y clausuras que vinieron en muchas formas, a menudo de quienes menos lo esperábamos. Y para tener clausura y comenzar un nuevo camino aprendimos que debemos soltar al profesor para poder abrazar la lección.
Julio se abre con otro eclipse, éste crea una poderosa apertura para los nuevos comienzos que son posibles cuando hemos soltado el pasado. Algo de lo que ocurrió en junio podría sentirse como un asunto inconcluso porque no tenemos clausura. Pero parte de las lecciones de junio fue darnos nosotros mismos la clausura que queremos de alguien. ¿Ellos lo lamentan, lo dicen en serio, les importa, pudieron haber sido diferentes las cosas? Ninguna de esas preguntas importa porque ésta fue nuestra lección en soltar aquellas cosas, incluyendo personas, que limitan nuestra alegría. Y ese soltar puede haber venido de una manera brusca para la que no estábamos preparados.
Si nos enfocamos demasiado en la clausura y el final, no permitimos que se abra la siguiente puerta. No importa lo difícil de la lección, la clausura es algo que a menudo tenemos que darnos nosotros mismos, y esperar que alguien nos la dé sólo retrasa la comprensión inevitable de que el nuevo comienzo que pedimos también requiere de un final en algún aspecto de nuestra vida. Este mes, en cierto modo, será un gran alivio para los últimos seis meses de actividad, en parte porque podemos empezar a expandir nuestras vidas basados en las lecciones que hemos aprendido.
Pero esto no es un proceso de re-construir, porque todo ha cambiado. Este es un nuevo comienzo, empezar de cero, que requiere una nueva forma de pensar, diferentes energías y una ruptura total con el pasado. El potencial de julio se puede retrasar si lo abordamos desde un enfoque en el pasado y tratamos de reconstruir a partir de las cenizas. Para aprovechar al máximo estas energías tenemos que usar lo que hemos aprendido desde enero hasta junio para re-inventarnos a nosotros mismos. ¿Qué es lo que queremos, qué nos hace felices, cuánto estamos dispuestos a ampliar nuestra visión de nuestra vida y su potencial? Y, lo más importante, ¿cuánto estamos dispuestos a establecer nuestra intención y confiar en que se desarrollará de la manera más perfecta? Tenemos un poderoso apoyo para la re-invención este mes, conforme avanzamos a la segunda mitad del 2011. Cualquier cosa que necesiten para darse clausura, háganlo ahora para que puedan soltar el pasado y avanzar a un poderoso, brillante y seguro nuevo comienzo. Que tengan un gran mes.
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